Aconteció que yendo de
camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta
tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de
Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos
quehaceres, y acercándose, dijo: “Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me
deje servir sola? Dile, pues, que me ayude”. Respondiendo Jesús,
le dijo: “Marta, Marta, afanada y turbada estás
con muchas cosas. Pero sólo
una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será
quitada”. Lucas 10:38-42
¿Cuantas veces no te has enfadado
con alguien por alguna tontería?,
¿Cuantas veces "se hecho a perder el momento"?, ¿Cuantas veces el que
alguien se equivocara fue vital para ti?, ¿Cuántas veces has sido “Martha”?...
Muchas veces nos enfrascamos en
cosas que no tienen sentido y no nos damos cuenta. Más de una vez teníamos todo
planeado para una cita "perfecta", o una fiesta "perfecta",
una reunión "perfecta", una exposición "perfecta", etc y
resulta que nada fue "perfecto" porque tal o "x" persona no
se preocupo por lo que TU te estabas preocupando, y eso sirvió para que todo te
saliera mal.
Estamos tan preocupados por otras
cosas que olvidamos lo realmente importante y en ese caminar tendemos a echarle
la culpa a los demás de todo lo que salió mal y no nos damos cuenta de que es
uno mismo quien esta descomponiendo todo.
A mi me paso muchas veces, me
enojaba y todo salía mal, lo que quería que fuera “perfecto” era un total ¡desastre!...
hasta que me di cuenta que en realidad lo que me preocupaba no valía la pena y que se estaban yendo de mi vida muchos
momentos que nunca más podría recuperar, fue que entendí que lo que hace los momentos “perfectos” es nuestra actitud…
¿Sabes? las personas son más importantes que las cosas que hacen, aprendamos a disfrutar los momentos que Dios nos regala al lado de nuestra familia, de nuestros amigos, de las personas que amamos, nunca sabremos que "regalo" podremos recibir si aprendemos a disfrutar... no perdamos la oportunidad de ver lo que los demás tienen para nosotros, siempre habrá tiempo para lo demás, lo que nunca se recupera son los momentos que compartes con alguien, hay momentos que son irrepetibles, momentos que aunque quieras nunca volverás a tener, aprendamos a ver lo realmente importante, lo positivo, dejemos a un lado lo negativo y disfrutemos las cosas como vengan, así seremos más felices nosotros y los demás.
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