enero 11, 2012

"No Tires la Toalla!"

¿Cuántas veces no nos hemos querido derrumbar, llorar, gritar con todas nuestras fuerzas! y decir “¡ya no puedo más!”?, ¿Cuántas veces no hemos querido que alguien llegue en ese momento nos abrace y nos consuele diciendo “todo está bien, no te preocupes”  y quedarnos ahí y llorar entre sus brazos, como cuando éramos niños?, ¿Cuantas veces nos han dado ganas de “tirar la toalla” y no saber más?...  Estoy segura que alguna vez no solo lo pensamos, sino que lo hicimos, sí, “tiramos la toalla” pues no quisimos luchar más.. Pero ¿sabes qué? ¡Hoy tienes que recogerla!.


Cuando Jesús llego al huerto de Getsemaní, la palabra de Dios dice; Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.  Jesús de rodillas oraba y le decía a su Padre:Padre, si quieres, pasa de mí esta copa…  ¿Te imaginas ese momento? Debía haberse sentido demasiado abatido, sabiendo que el motivo por el cual había nacido estaba muy cerca, el saber lo que sufriría y pagaría por ¡todos los pecados del mundo!, era como decir: "Padre, ¡ayúdame! porque ya no aguanto más, no soporto más esta angustia, ¡ni esta tristeza! ¡Es un sacrificio demasiado grande!"...

Él sudaba como gotas de sangre, y estaba pidiéndole a su Padre, a su "entrenador", que “tirara la toalla”, pero Él Padre guardo silencio y Jesús aún en medio de su agonía le dijo:no se haga mi voluntad, sino la tuya”, y en ese momento se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle y lo comenzó a consolar…

La vida no es fácil y el camino con Cristo tampoco, pero la biblia dice: Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celeste, pero también dice: que Jesucristo los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.

¿Sabes qué hubiera pasado si Él Padre hubiera cambiado de opinión, si hubiera “tirado la toalla”? simplemente nada hubiera tenido sentido, el objetivo principal no se hubiera cumplido. Él Padre sabía que su hijo sacaría fuerzas para levantarse y seguir adelante, porque tenía un propósito y ese propósito bien valía la pena.

Jesús, es ahora nuestro apoyo, nuestro “entrenador” y Él no ha tirado la toalla por nosotros. Él sabe que podemos levantarnos, que podemos alzar la mirada y luchar un poco más,  Él sabe lo que estamos pasando, el mejor que nadie entiende lo que es estar en agonía. Por eso siempre está ahí, dispuesto a fortalecernos como aquel ángel.

No sabemos que puede pasar si volvemos a pelear, lo que si sabemos es que Dios no va a dejar que dejemos de intentarlo... Dios jamás apoya fracasos! al contrario, Dios nos dice: "Te diseñe para ser como Yo, ¡Guerrero! Por algo me llamo Jehová de los Ejércitos así que LEVANTATE Y ¡PELEA!".

Has una pausa y medita ¿en que has tirado la toalla? asume tu responsabilidad y no te quejes por lo que TU decidiste dejar atrás... recuerda que cada quien es responsable de sus actos y lo que te haya pasado, no quiere decir que tu vida vaya hacer una desgracia, tu vida puede ser diferente, ser como una vez lo soñaste. Esta bien no puedes cambiar el pasado pero SI puedes cambiar tu futuro.

Guardemos pues esta “toalla” y llevemos siempre presente que se vale pedir “tiempo”, para llorar, para tirarnos al suelo y hacer berrinche si queremos, tiempo para reflexionar para recordar que nunca tenemos que dejar de luchar, con esta toalla limpiaremos todas nuestras lagrimas, cada vez que estemos en pruebas, dificultades, cuando ya no podamos más!. Si tal vez tengamos que gritar de dolor o de angustia pero, cada vez que tengas ganas de “tirar la toalla”, recuerda a Jesús en el calvario y di: ¡No voy a tirar la toalla! ¡Jamas la voy a tirar!, al contrario gritaremos fuerte “¡NO LA VAMOS A TIRAR!” y ¡voy a salir adelante!, Porque Dios esta conmigo y si Él esta conmigo, ¿Quién contra mi?". ..

Sabes? en mi vida muchas veces he sentido miedo, he tenido muchas tristezas, he llorado tanto que a veces he sentido que no puedo llorar más, al igual que muchos me he sentido sola, me he cansado, y no he sabido que decisión tomar… Nunca antes entendí como aprendí a ser valiente ó porque después de sentir que la vida no tenia sentido tenía ganas de luchar, de reír, de ser feliz… Hoy con gran gozo en mi corazón me doy cuenta que Él, como buen “entrenador” siempre ha estado conmigo, y hoy mas que nunca que he aprendido a descansar en sus brazos, a guardar silencio y escucharlo, ahora que he aprendido a dejar mi vida en sus manos, pero lo más importante he comprendido que nunca debo rendirme antes de tiempo ya que, el fracaso nunca es definitivo para los que comienzan de nuevo con Dios. Dice la biblia en "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien..." Romanos 8:28, Dios hace que todas las cosas sean para bien de aquellos que lo aman.

Idea original tomada de la predicación "No tires la toalla" del Pastor Cash Luna
Adaptación: Vanessa Vidaurre

enero 10, 2012

Dependencia


En medio de nuestra rutina diaria, a menudo no pensamos en lo que hacemos, simplemente hacemos y vamos de un lugar a otro por inercia, muchas veces me he sorprendido con la pregunta "¿que iba hacer?" mi princesa siempre aprovecha cuando estoy ocupada para pedirme cosas, ya sea dinero, permiso para tal cosa ya saben, cuando me doy cuenta ya prendió el x-box o esta comiendo helado.. ya solo me queda reírme, y es que me concentro tanto en lo que hago e intento hacer varias cosas a la vez que por momentos no oigo nada más... como todo, eso tiene sus ventajas y desventajas. 

Me puse a pensar como seria si tuviera alguna dependencia, te imaginas como seria mi vida? cuando uno depende de algo para estar bien, o sentirse feliz, toda su atención gira al rededor de ello.

Cuando le pidieron a Jesús que dijera cuál era el mayor de los mandamientos, Él respondió "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente" (Mateo 22:37).

Si en nuestra mente esta Dios al igual que en nuestro corazón y en nuestra alma, sera poco probable que dependamos de algo, porque Él nos enseña amarnos, y si te amas no dependes de nada para ser feliz. 

Pensar es un trabajo arduo, pero amar a Dios es un gran privilegio que merece todo el esfuerzo mental que podamos dedicarle.

Reflexión: No lo olvides solo el verdadero amor te hace libre.